marzo 01, 2007


Hoy visitamos con mi hija menor - Michelle - el convento de San Francisco y las catacumbas que alli se encuentran, fue nuestra despedida de las vacaciones, se que es una manera inusual de despedir las vacaciones, pero a nosotros nos va muy bien. En el recorrido del convento llegamos a un lugar donde se encontraban frescos o pinturas sobre las paredes de sacerdotes y su vida en el convento las cuales fueron descubiertas al sacar otras pinturas con grandes marcos que colgaban alli, la peculiaridad de estos frescos es que en algunas de ellas los sacerdotes estaban sin cabezas, no que habian sido dibujadas asi, sino que habian sido despojadas de ellas, por corte de la pared o por haber sido borradas. La explicacion o mas bien teoria que dio la guia turistica fue doble, primera opcion, sus cabezas fueron quitadas pues eran sacerdotes que pecaron y no eran dignos de seguir estando alli a vista de todos, la segunda teoria es que eran tan dignos que no podian dejar que las cabezas fuesen cubiertas por otros cuadros. Me dejo pensando en los extremos de la fe y la conducta humana, si la primera teoria es cierta estamos frente a una Iglesia que aborrece a sus caidos, que exilia a quienes no lograron mantenerse en el standard deseado, que borra literalmente de la memoria (o al menos pretende hacerlo) aquello que le averguenza o molesta. Si la segunda teoria es cierta, estamos frente a la Iglesia que exalta a los superespirituales, y los eleve a la categoria de intocables, de ungidos y dignos de reconocimientos especiales. No seamos ligeros al pensar que estas dos reacciones son solo posibles en la Iglesia Catolica, como evangelicos tenemos las mismas tendencias, los extremos son peligrosos, que interesante que un convento catolico nos lo recuerde.

0 comentarios:

* MRC *