septiembre 24, 2015

Seamos Agradecidos!

“No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu. Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón,  dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
Efesios 5:19-20
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.  Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.”
Colesenses 3:16-17

Estos dos pasajes son los que se llaman pasajes paralelos y son muy significativos para mí en cuanto hablan mucho de la alabanza y de las canciones que dirigimos a Dios. No vamos a hablar de la alabanza de manera específica o de la música sino más bien queremos acercarnos a estos dos pasajes desde el punto de vista de la actitud que debe llenar el corazón del creyente. Estamos hablando de la Gratitud. Una mirada a este pasaje nos muestra 3 aspectos que quiero resaltar.

Contraste
En primer lugar ambos pasajes nos muestran en su contexto un claro contraste entre una manera de vivir alejada de Dios y una vida que agrada a Dios.
En Efesios unos versos antes del pasaje que hemos leído dice: “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espiritu”
Una vida necia, insensata que se contrasta con una vida llena del Espiritu Santo, enfocada en la voluntad de Dios y que se expresa en la alabanza pero que no es el solo hecho de cantar o alabar a Dios sino que es una expresión de profunda gratitud: “dando siempre gracias a Dios el Padre por todo”.
Lo mismo sucede en el pasaje paralelo de Colosenses. Al inicio del capitulo 3 dice: “Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Colesenses 3:1-2
Luego dice en el verso 5 “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal” y a continuación menciona las inmoralidades, avaricias, idolatrías, malos deseos y muchas otras cosas que era el ropaje de la vieja naturaleza con todos sus vicios.
Y luego aparece el contraste de una vida que agrada a Dios: Afecto, bondad, tolerancia unos a otros, perdón unos a otros, amor, etc y de una manera que parece englobar toda esta actitud nueva dice: “Sean agradecidos” para terminar con el hermoso verso 17 “ Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.”
Lo que sucede es lo siguiente, cuando el cristiano mira de manera retrospectiva su propia vida, como Dios nos ha librado de una vana manera de vivir, como su misericordia y bondad ha alcanzado nuestra vida y hemos recibido por gracia el perdón de nuestros pecados, la gratitud debe convertirse en la actitud natural, sana, espontanea de nuestro corazón. La gratitud en esta dimensión espiritual no puede ser exigida o impuesta, perdería su esencia, debe ser algo natural que fluye del contraste de nuestra antigua vida con la nueva vida en Cristo. La presgunta es: ¿Tengo en mi corazón esta gratitud desbordante frente a todo lo que Dios ha hecho por mi?

Permanente
El segundo aspecto que vemos en estos pasajes es el de la gratitud como una expresión permanente. Esto está claramente expresado en el pasaje de Efesios que dice “dando siempre gracias a Dios el Padre”. En Colosenses dicen “Sean agradecidos” Es un estado constante. No se trata de ser agradecidos en ciertas circunstancias, no se trata de ser agradecidos cuando sentimos ser agradecidos, se trata de entender que la Gratitud es una actitud frente a la vida, que brota de la experiencia, del encuentro, de la realidad de la obra de Cristo en nosotros.
La pregunta para nosotros es si realmente está presente en todo momento de nuestras vidas la gratitud, no respondamos tan fácilmente, pues muchas veces tenemos que reconocer que la tendencia natural del ser humano es dada a la queja, el reproche, buscar siempre lo malo en vez de afirmar lo positivo. El Corazón agradecido con Dios encuentra de manera constante lugar para la gratitud.

Constante
Pero en tercer lugar estos pasajes nos muestran la gratitud como algo consistente en nuestras vidas. Estamos hablando de esa extraordinaria capacidad espiritual, pues Dios es el que produce esto en nuestras vidas, de agradecer a Dios por todo. Ambos pasajes lo mencionan.
dando siempre gracias a Dios el Padre por todo” Efesios v.20
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.” Colosenses 3:17
En ambos casos vemos que la gratitud debe estar asociada con todos los actos de nuestra vida, con todas nuestras vivencias, con todas nuestras circunstancias. Todos sabemos sin embargo que no todas nuestras circunstancias son felices o agradables, como entonces agradecer a Dios por todo?
Este tipo de gratitud que es profundamente espiritual no significa alegrarnos de circunstancias que evidentemente pueden provocarnos dolor o sufrimiento sino que tiene que ver con la capacidad de, en medio de estas circunstancias difíciles, dar gracias a Dios porque sabemos que está con nosotros, estar agradecidos por la fortaleza que Él nos da en dichas circunstancias, estar agradecidos por que sabemos que aunque nosotros no entendamos muchas cosas tenemos un Dios que está en control y es soberano sobre todo lo que acontece.
Por supuesto estar agradecidos por todo también significa estar agradecidos por lo cotidiano, por lo sencillo que la vida nos trae cada día, por la sonrisa, por el descanso, por la familia, por el amor, por la provisión, por las alegrías y las victorias. Significa estar agradecidos a Dios porque aun a pesar de como somos El nos usa y nos permite ser colaboradores en el avance del reino de Dios.
Significa estar agradecidos aun de antemano por todo lo que le pedimos en oración, no porque pensemos que todo lo que pedimos ocurrirá tal como lo queremos al momento, no es la gratitud de querer torcer el brazo de Dios y dar gracias por algo que aún no hemos recibido, una vez más es la gratitud de sabernos hijos de Dios, Él es nuestro Padre, y ¿que Padre cuando su hijo le pide pan le dará una piedra? ¿Y si le pide pescado le dará una serpiente?
Si somos hijos de Dios y le pedimos podemos tener la certeza que el responderá de la manera más adecuada, sabia, perfecta y finalmente más conveniente para sus propósitos eternos. Eso debe llenarnos de gratitud.
Hay tanto que agradecer a Dios, si hasta aquí nuestra vida no ha estado marcada por la gratitud, esa gratitud que contrasta con nuestra antigua manera de vivir, esa gratitud que debe estar siempre presente y esa gratitud que debe expresarse de manera consistente en todo acontecimiento y circunstancia de nuestra vida, pues hoy es el momento de empezar.

Seamos agradecidos!


Francis Castañeda
* MRC *