Seamos Agradecidos!
“No se emborrachen con vino, que lleva al
desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu. Anímense
unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al
Señor con el corazón, dando siempre gracias a Dios el
Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
Efesios 5:19-20
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con
toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría;
canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo
que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios el Padre por medio de él.”
Colesenses 3:16-17
Estos dos
pasajes son los que se llaman pasajes paralelos y son muy significativos para mí
en cuanto hablan mucho de la alabanza y de las canciones que dirigimos a Dios.
No vamos a hablar de la alabanza de manera específica o de la música sino más
bien queremos acercarnos a estos dos pasajes desde el punto de vista de la
actitud que debe llenar el corazón del creyente. Estamos hablando de la
Gratitud. Una mirada a este pasaje nos muestra 3 aspectos que quiero resaltar.
Contraste
En primer
lugar ambos pasajes nos muestran en su contexto un claro contraste entre una
manera de vivir alejada de Dios y una vida que agrada a Dios.
En Efesios
unos versos antes del pasaje que hemos leído dice: “Así que tengan cuidado de
su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto,
no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. No se
emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del
Espiritu”
Una vida
necia, insensata que se contrasta con una vida llena del Espiritu Santo,
enfocada en la voluntad de Dios y que se expresa en la alabanza pero que no es
el solo hecho de cantar o alabar a Dios sino que es una expresión de profunda
gratitud: “dando siempre gracias a Dios el Padre por todo”.
Lo mismo
sucede en el pasaje paralelo de Colosenses. Al inicio del capitulo 3 dice: “Ya
que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la derecha de Dios. Concentren
su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Colesenses 3:1-2
Luego dice
en el verso 5 “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de
la naturaleza terrenal” y a continuación menciona las inmoralidades, avaricias,
idolatrías, malos deseos y muchas otras cosas que era el ropaje de la vieja
naturaleza con todos sus vicios.
Y luego
aparece el contraste de una vida que agrada a Dios: Afecto, bondad, tolerancia
unos a otros, perdón unos a otros, amor, etc y de una manera que parece englobar
toda esta actitud nueva dice: “Sean agradecidos” para terminar con el hermoso
verso 17 “ Y todo lo
que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios el Padre por medio de él.”
Lo que sucede es lo
siguiente, cuando el cristiano mira de manera retrospectiva su propia vida,
como Dios nos ha librado de una vana manera de vivir, como su misericordia y
bondad ha alcanzado nuestra vida y hemos recibido por gracia el perdón de
nuestros pecados, la gratitud debe convertirse en la actitud natural, sana,
espontanea de nuestro corazón. La gratitud en esta dimensión espiritual no
puede ser exigida o impuesta, perdería su esencia, debe ser algo natural que
fluye del contraste de nuestra antigua vida con la nueva vida en Cristo. La
presgunta es: ¿Tengo en mi corazón esta gratitud desbordante frente a todo lo
que Dios ha hecho por mi?
Permanente
El segundo aspecto que
vemos en estos pasajes es el de la gratitud como una expresión permanente. Esto
está claramente expresado en el pasaje de Efesios que dice ““dando
siempre gracias a Dios el Padre”. En Colosenses dicen “Sean agradecidos” Es
un estado constante. No se trata de ser agradecidos en ciertas circunstancias,
no se trata de ser agradecidos cuando sentimos ser agradecidos, se trata de
entender que la Gratitud es una actitud frente a la vida, que brota de la
experiencia, del encuentro, de la realidad de la obra de Cristo en nosotros.
La pregunta
para nosotros es si realmente está presente en todo momento de nuestras vidas
la gratitud, no respondamos tan fácilmente, pues muchas veces tenemos que
reconocer que la tendencia natural del ser humano es dada a la queja, el
reproche, buscar siempre lo malo en vez de afirmar lo positivo. El Corazón
agradecido con Dios encuentra de manera constante lugar para la gratitud.
Constante
Pero en
tercer lugar estos pasajes nos muestran la gratitud como algo consistente en
nuestras vidas. Estamos hablando de esa extraordinaria capacidad espiritual,
pues Dios es el que produce esto en nuestras vidas, de agradecer a Dios por
todo. Ambos pasajes lo mencionan.
“dando
siempre gracias a Dios el Padre por todo” Efesios v.20
“Y todo lo
que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios el Padre por medio de él.” Colosenses 3:17
En ambos casos vemos
que la gratitud debe estar asociada con todos los actos de nuestra vida, con
todas nuestras vivencias, con todas nuestras circunstancias. Todos sabemos sin
embargo que no todas nuestras circunstancias son felices o agradables, como
entonces agradecer a Dios por todo?
Este tipo de gratitud
que es profundamente espiritual no significa alegrarnos de circunstancias que
evidentemente pueden provocarnos dolor o sufrimiento sino que tiene que ver con
la capacidad de, en medio de estas circunstancias difíciles, dar gracias a Dios
porque sabemos que está con nosotros, estar agradecidos por la fortaleza que Él
nos da en dichas circunstancias, estar agradecidos por que sabemos que aunque
nosotros no entendamos muchas cosas tenemos un Dios que está en control y es
soberano sobre todo lo que acontece.
Por supuesto estar
agradecidos por todo también significa estar agradecidos por lo cotidiano, por
lo sencillo que la vida nos trae cada día, por la sonrisa, por el descanso, por
la familia, por el amor, por la provisión, por las alegrías y las victorias.
Significa estar agradecidos a Dios porque aun a pesar de como somos El nos usa
y nos permite ser colaboradores en el avance del reino de Dios.
Significa estar
agradecidos aun de antemano por todo lo que le pedimos en oración, no porque
pensemos que todo lo que pedimos ocurrirá tal como lo queremos al momento, no
es la gratitud de querer torcer el brazo de Dios y dar gracias por algo que aún
no hemos recibido, una vez más es la gratitud de sabernos hijos de Dios, Él es
nuestro Padre, y ¿que Padre cuando su hijo le pide pan le dará una piedra? ¿Y
si le pide pescado le dará una serpiente?
Si somos hijos de Dios
y le pedimos podemos tener la certeza que el responderá de la manera más
adecuada, sabia, perfecta y finalmente más conveniente para sus propósitos
eternos. Eso debe llenarnos de gratitud.
Hay tanto que
agradecer a Dios, si hasta aquí nuestra vida no ha estado marcada por la
gratitud, esa gratitud que contrasta con nuestra antigua manera de vivir, esa
gratitud que debe estar siempre presente y esa gratitud que debe expresarse de
manera consistente en todo acontecimiento y circunstancia de nuestra vida, pues
hoy es el momento de empezar.
Seamos agradecidos!
Francis Castañeda