Himnos de Navidad
La Navidad esta llena de bellas melodías que suenan a nuestro alrededor, lamentablemente muchas veces quienes las escuchan no reparan en el motivo que inspiró la creación de estos hermosos villancicos, el nacimiento de nuestro Salvador expresado en canción es una de las formas más maravillosas de recordar el regalo de Dios a la humanidad en su hijo Jesuscristo.
Una de las melodías que mas recuerdo desde mis primero años de cristiano es “Oh aldehuela de Belen”, este hermoso himno fue compuesto en el año 1867 por Phillips Brooks, Phillips era un talentoso predicador episcopal que escribió la letra de esta canción inspirado por un viaje que realizó a tierra santa y donde pudo desde una colina de Palestina contemplar la ciudad de Belén, luego entregó esta letra al organista de su Iglesia Lewis Henry Redner, quien luego de muchos intentos logró componer la melodía que conocemos hoy y presentarla por primera vez en el culto de Navidad de la Iglesia de la “Santa Trinidad” en Filadelfia donde además Phillips era el pastor.
La letra de la primera estrofa puede llevarnos a recordar como Dios obra de maneras increíbles, escogió la pequeña aldea de Belén para llegar a este mundo ofreciendo Salvación, aun hoy Dios es el mismo y nos escoge a ti y a mi pequeños también para hacer su obra en este mundo.
La tercera estrofa muestra la realidad del obrar silencioso de Dios en medio de nosotros, esto es más que evidente hoy en que aun recordando supuestamente su nacimiento el mundo se ha olvidado de Jesus. “Ningun oido acaso perciba su venir, mas el de humilde corazón, le habrá de recibir” Que Dios nos de esos corazones humildes para recibir el mensaje y amor de Dios expresado en su nacimiento, que Dios nos de la gracia de tener oídos espirituales para escuchar lo que el desea que escuchemos y aun en medio de una fiesta llena de sonidos y afanes escuchar el silencioso anuncio del amor de Dios para la humanidad.
¡Oh aldehuela de Belén! Afortunada tú,
Pues en tus campos brilla hoy La sempiterna luz.
El Hijo tan deseado con santa expectación,
El anunciado Salvador, en ti, Belén, nació.
Allá do el Redentor nació los ángeles están
Velando todos con amor al niño sin igual.
¡Estrellas rutilantes, a Dios la gloria dad!
Pues hoy el cielo nos mostró su buena voluntad.
Calladamente Dios nos da su incomparable don;
Así también impartirá sus bendiciones hoy.
Ningún oído acaso perciba su venir,
Mas él de humilde corazón, le habrá de recibir.
¡Oh santo Niño de Belén! desciende con tu paz;
En nuestras almas nace hoy limpiando todo mal.
Los ángeles del cielo te anuncian al nacer;
¡Ven con nosotros a morar, Oh Cristo, Emanuel!
Feliz Navidad
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