Oí bendita historia
De Jesús quien de su gloria
Al Calvario decidió venir
Para salvarme a mí.
Su sangre derramada
Se aplicó feliz a mi alma
Me dio victoria sin igual
Cuando me arrepentí.
Coro:
Ya tengo la victoria
Pues Cristo me salva
Buscome y comprome
Con su divino amor
Me imparte de su gloria
Su paz inunda mi alma
Victoria me concedió
Cuando por mí murió.
Oí que en amor tierno
Él sanó a los enfermos
A los cojos los mandó correr
Al ciego lo hizo ver.
Entonces suplicante
Le pedí al Cristo amante
Le diera a mi alma sanidad
Y fe para vencer.
Oí que allá en la gloria
Hay mansiones de victoria
Que su santa mano preparó
Para los que Él salvó.
Espero unir mi canto
Al del grupo sacrosanto
Que victorioso rendirá
Tributo al Redentor
Aqui les dejo tres versiones en video de este hermoso himno, la primera a cargo de Cynthia Clawson, Mike Allen y Joy Gardner y reggie smith junto con los gaither en una version Southern Gospel tradicional, la segunda es una version del año 1978 de una cruzada de Billy Graham con Gerorge Beverly Shea y la ultima es una version moderna a cargo de Bart Millard del grupo Mercy Me con un impresionante arreglo en Jazz.
3 comentarios:
Che, Francis!! hace rato que no escribís nada de Pablito (Baloche, jaja)
A ver si el próximo post sale algo.
Abrazo en Cristo
Gustavo de Argentina
Ya pondremos mas noticias pronto!
saludos
Ese es un hermoso himno. Yo conocí la siguiente letra hace muchos años. Me parece está más apegada al original en inglés.
Victoria en Cristo
Oí la antigua historia,
Como un salvador de gloria
Su vida en el calvario dio
Por redimirme a mí.
Oí de su agonía
De su sangre redentora
Y arrepentido me entregué
Y triunfo alcancé.
Coro
Victoria en Cristo
Mi salvador por siglos,
El me buscó y me salvó
Con precio sin igual.
Me amó sin conocerle
Con todo quiero amarle
Me coronó de triunfo
Bajo su redención.
Oí cómo El sanaba,
Con su poder limpiaba;
Como hizo al cojo andar también,
Y al ciego ver la luz.
Clamé: “Jesús mi vida,
Ven y sana mi alma herida”,
Y pudo allí Jesús llegar
Y darme libertad.
Oí de una mansión
Que me alistó en Sión;
Do allí las calle de oro son,
Y el mar es de cristal.
Hay ángeles cantando
Y santos alabando;
Un día allí yo cantaré
El cántico triunfal.
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