octubre 21, 2009

Estamos acostumbrados a asociar la adoracion con musica, con noches o mañanas llenas de alabanza, manos levantadas y rostros casi celestiales mirando hacia lo alto. No digo que esto este mal, cada semana lo vivo y experimento en la Iglesia donde sirvo, anhelamos estos tiempos y sabemos que Dios muestra su agrado frente a estas expresiones de adoración. Sin embargo estoy siendo testigo en las ultimas semanas de una adoración mas profunda, mas autentica, no mas facil sin embargo. Estoy viendo cada día una adoración silenciosa y perseverante, es la adoración que se expresa en algo tan cotidiano como cuidar a una madre.

Un derrame cerebral alejo a Maria Luisa mi suegra de algo tan cotidiano como la posibilidad de caminar, hablar, bañarse uno mismo o ir al baño. Y la respuesta de mi esposa ha sido la transformación inmediata en enfermera a tiempo completo, por eso Joan Chittister afirma que la espiritualidad es " vivir de manera extraordinaria la vida ordinaria... Si no somos espirituales donde estamos y como somos, no somos espirituales"

Son tareas como estas las que se convierten en actos profundamente espirituales, muestran el caracter de Cristo en nosotros y en buena cuenta son la expresion mas maravillosa de adoración a Dios. Mi querida suegra en este momento es Cristo mismo y cualquier atención que Carmen le prodiga se convierte en un atención y cuidado al mismo Jesús. Que graficamente lo expresa aquella cancion que le habla a Dios diciendo:

"Te vi en un cuarto de hospital
En soledad te vi llorar
Te vi en el rostro atribulado
De un enfermo desahuciado
Sin esperanza de vivir
Cansado de tanto sufrir
Ayer te vi."

Carmen me ha dicho que no podra participar en el grupo de adoración pues no hay con quien dejar a su Mamá los domingos, sin embargo, sin en verdad creemos que la adoración es un estilo de vida, sabemos que ella seguirá adorando a Dios cada día con su amor, atención y cuidados a su mama, y cuando la escuchemos cantar, escucharemos la expresión de esa adoración.

0 comentarios:

* MRC *